Escudo de La Orotava. 120 años de historia

El 1 de septiembre de 1904 el Ayuntamiento de La Orotava decide en sesión plenaria presidida por D. Nicolás de Ponte y Urtusáustegui, ponerse en contacto con el Archivo General de Simancas rogándole se sirviera facilitar un facsímil o relación del escudo de La Orotava, ya que en el año 1841 un incendio destruyó el Ayuntamiento junto con su Archivo, quemándose todos los documentos y con ellos, supuestamente, el escudo de armas de La Orotava.

El 28 de septiembre de 1904 el Jefe del Archivo General de Simancas D. Julián Paz contesta al Ayuntamiento que no consta en su archivo ningún documento que sirviera en conocimiento del escudo de armas de La Orotava.

En sesión plenaria del 17 de noviembre de 1904, el Ayuntamiento acuerda que no habiéndose encontrado ningún escudo de armas de esta Villa tras buscar en los archivos de España, solicitar el Excmo. Sr. Decano de los Reyes de Armas de S. M. la concesión de un escudo de oro para este pueblo conteniendo: “un drago al natural terrasado, bordura de gules y cuatro manzanas de oro, una en el jefe, otra en la punta y una en cada lado – timbre: corona antigua – Soportes: dos dragones de sinople linguados de gules”.

En la carta que el Ayuntamiento dirige al Decano de los Reyes de Armas de Su Majestad, aparte de nombrar por qué La Orotava merece un escudo de Armas, se hace una descripción mejorada de los elementos que compondrán el Escudo. Así se explica que en el escudo “deben figurar un drago, en representación del frondoso y corpulento árbol de este nombre que subsistió hasta hace pocos años, y que conforme refiere la historia, había en este lugar cuando lo conquistó Alonso Fernández de Lugo; cuatro manzanas guardadas por dos dragones, que simbolicen los cuatro pueblos del Valle de La Orotava a imitación de las manzanas de oro custodiadas en este Jardín de las Hespérides de que nos habla la mitología; y la corona de los Reyes Católicos que incorporaron a sus extensos dominios estos pedazos de tierra africana. Con tales atributos, de significación histórica unos, y de hermosa poesía otros, entiende esta municipalidad que debe constituirse el escudo de armas de la capital del famoso valle, tan admirado de sabios extranjeros por su privilegiado clima, sus muchas bellezas naturales y su gigantesco Pico del Teide”.

Las gestiones las lleva a cabo el Diputado a Cortes por la Provincia de Santa Cruz de Tenerife D. Antonio Domínguez Alfonso ante el Rey de Armas D. Félix de Rújula durante los meses de enero y febrero de 1905 y el 15 de febrero de ese año su Majestad el Rey Alfonso XIII concede el escudo de Armas a la Villa de La Orotava con los títulos de Muy Noble y Leal.

Una vez finalizadas las gestiones, el Rey de Armas D. Félix de Rújula, comunicó a la Alcaldía de La Orotava, el 18 de marzo de 1905, que “había entregado la concesión del escudo de armas de la Villa de La Orotava, autorizada, sellada y firmada y legalizada en una hoja grande y a propósito para colocarla en un cuadro, metida en una caja de madera a su encargado D. Antonio Domínguez Alfonso quien me ha entregado su importe de 280 pesetas”.

El 19 de marzo D. Antonio Domínguez comunicaba a la Alcaldía que se encontraba en correos, depositando el envío del diploma en paquete postal con destino a la Villa.

Finalmente, el 30 de marzo de 1905, en sesión plenaria presidida por D. Nicolás de Ponte y Urtusáustegui, se establecía “Visto el escudo de armas que concedió a esta Villa por S.M. El Rey Don Alfonso XIII, con fecha de 15 de febrero último, sello 610 y registrado al folio 23. Se acordó encargar a personas competentes la reproducción al óleo de dicho escudo y grabarlo en metal en un sello para el Ayuntamiento y otro para la Alcaldía a fin de estamparlo en los documentos donde deba usarse”.